Nuestros scholers están disfrutando al máximo de su curso de inglés en Toronto, una ciudad vibrante y llena de atractivos. Nuestra monitora Mº Ángeles nos cuenta cómo estos últimos días han podido disfrutar de multitud de actividades como visita al pintoresco mercado St. Lawrence; a la Casa Loma, una fabulosa mansión con vistas a la ciudad; al famoso barrio de Chinatown; y a la emblemática CN Tower, desde la que pudieron contemplar toda Toronto y hacerse mil y una fotos.

¡Los días pasan y nuestros #scholers no paran de disfrutar! El pasado jueves fuimos a visitar St. Lawrence market, un mercado repleto de comida orgánica, restaurantes, anticuarios y fabricantes locales en un edificio histórico de ladrillo que alberga más de 100 vendedores. Allí pudimos hacernos una foto grupal preciosa con el Gooderham Building de fondo, la versión canadiense del famoso Flatiron Building de Nueva York, un edificio de oficinas histórico en 49 Wellington Street East.

El viernes visitamos la CN Tower, una de las actividades más esperadas. Esta torre de radiodifusión es la más alta de América con una altura de 553,3 metros y todo un símbolo de la ciudad. Desde lo alto, vistas impresionantes de todo Toronto y fotos increíbles para el recuerdo. ¡No sé cuántas fotos nos haríamos pero parecía que no hubiese fin!

El sábado visitamos la Casa Loma, una gigantesca mansión y toda una atracción turística de la ciudad, que fue construida por el multimillonario Henry Mill Pellatt en un intento por emular el Castillo de Balmoral en Escocia. Allí disfrutamos nuevamente de unas grandes vistas de todo Toronto y luego por supuesto nos fuimos a recargar pilas a una hamburguesería donde algunos probaron el famoso Mac&Cheese, que tenía muy buena pinta y aún sabía muchísimo mejor.

Esta semana, el lunes la actividad fue visitar el famoso barrio de Chinatown, donde se puede disfrutar de restaurantes chinos, vietnamitas, tailandeses y japoneses, concurridos mercados y tiendas asiáticas al aire libre donde comprar multitud de recuerdos. Nuestros scholers compraron varios regalitos y cómo no, ¡se hicieron foto en el famoso Graffiti Alley, gran muestra del vibrante arte callejero de la ciudad! Nos despedimos por hoy con la emoción de que todavía nos quedan muchos días por delante y sobre todo ¡con actividades de las que tenemos muchas ganas!