Naturaleza, festivales, belleza medieval… ¡Edimburgo es una ciudad mágica! ¿Quieres saber qué es lo que no puedes dejar de visitar durante tu estancia de la capital de Escocia? ¡Te lo contamos tras el salto!

1. Castillo de Edimburgo

A pesar de que pueda parecer el lugar más típico, el Castillo de Edimburgo encabeza esta lista por méritos propios. Se trata de una construcción que presume de majestuosidad y que se alza sobre la increíble Princes Street Gardens. Un icono que podrás disfrutar con otra perspectiva desde la plaza de Grassmarket o los alrededores de la estación de tren de Waverley.

2. Water of Leith

Se trata de una de las zonas que más de moda se ha puesto en la ciudad durante los últimos años. Destaca por su gran cantidad de bares y restaurantes en un ambiente tranquilo y relajado.  El paseo del Water of Leith es un popular camino junto al río que recorre algunos de los lugares más coloridos y bonitos de la Edimburgo como el barrio de Stockbridge o la aldea de Dean Village.

3. Isla de Cramond

Puede visitarse tanto si hace buen o mal tiempo. Sus fortificaciones de la Segunda Guerra Mundial se construyeron como una defensa submarina para cuando sube la marea y todavía hoy son sorprendentes. Si vas en un día de niebla, el paisaje es inolvidable… Pero no te pierdas este barrio de Edimburgo cuando hace sol. Si controlas las mareas y estás allí cuando la marea está baja podrás andar hasta la isla, que domina el espectacular Firth of Forth.

4. Calton Hill

Este gran parque repleto de momentos neoclásicos es uno de los emplazamientos más bellos de la ciudad. De hecho, las vistas desde aquí son absolutamente impresionantes. En la cima de esta montaña pequeña podrás encontrar monumentos como el que está dedicado a Nelson o el Monumento Nacional, que es más conocido como «la vergüenza de Edimburgo» porque nunca se llegó a terminar.

5. Royal Mile (Catedral de St. Giles)

La Royal Mile de Edimburgo se extiende entre el castillo y el Parlamento escocés. Se trata de una calle larguísima es el eje vertebrador de la Ciudad Vieja y en ella se alinean edificios de piedra gris a ambos lados, además de los famosos pasadizos que se cruzan de un lado a otro. Una de sus atracciones principales es la preciosa Catedral de San Gil, una iglesia gótica maravillosa en la que no te puedes perder la impresionante Capilla del Cardo.

Y, como extra, no podemos dejar de lado la obligada la calle Victoria y el Grassmarket, una calle de edificios coloridos y brillantes a cada uno de sus lados que desemboca en una plaza alargada llena de bares y restaurantes muy popular para tomar algo en cualquier momento del día.

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